Durante mucho tiempo, el concepto de “última milla” fue considerado un aspecto técnico dentro del proceso logístico. Sin embargo, con el auge del e-commerce, la aceleración digital y el cambio en las expectativas del consumidor, la última milla ha pasado a ser uno de los eslabones más estratégicos de toda la cadena de suministro. Hoy, no se trata solo de entregar un producto, sino de entregar una experiencia.
En Perú, este fenómeno se ha intensificado en los últimos cinco años, en especial tras la pandemia, que cambió los hábitos de consumo y consolidó el canal digital como una vía principal de compra. Según la Cámara de Comercio de Lima, el 74% de los peruanos que compran por internet priorizan el tiempo de entrega como el factor decisivo para volver a elegir una tienda.
Retos logísticos en el contexto peruano
Cuando hablamos de última milla nos referimos al tramo final del proceso logístico: el momento en que un producto sale de un centro de distribución para llegar al cliente. Pero detrás de ese recorrido aparentemente sencillo, hay una compleja operación que involucra gestión de rutas, disponibilidad de flotas, herramientas de trazabilidad, atención al cliente y eficiencia en costos.
En un país con desafíos geográficos como Perú, la última milla se convierte en un reto mayor: zonas rurales con acceso limitado, tráfico urbano caótico, clientes con ventanas horarias muy precisas, y la necesidad de mantener condiciones específicas (como temperatura o manipulación especial) en ciertos productos.
Las expectativas del consumidor peruano han cambiado. Ya no se trata solo de recibir un producto en casa: se espera rapidez, precisión y comunicación constante. Las entregas en el mismo día o al día siguiente han dejado de ser un lujo y se han convertido en la nueva promesa del retail digital.
Tecnología y adaptación: factores clave para el éxito
Esto ha empujado a muchas empresas a reevaluar su operación logística. Algunas han optado por construir microcentros de distribución en ciudades clave, mientras que otras han apostado por la tercerización de la última milla con operadores logísticos especializados que ya cuentan con la infraestructura, tecnología y personal capacitado.
Una de las claves para optimizar la última milla está en la tecnología. Las herramientas de ruteo inteligente, tracking en tiempo real, y firmas digitales han mejorado la precisión de las entregas y han reducido los costos por incidencias. Además, la automatización de procesos permite gestionar grandes volúmenes de pedidos sin sacrificar la calidad del servicio.
Pero más allá de lo técnico, lo esencial es la capacidad de adaptación y respuesta inmediata. En un entorno tan dinámico como el actual, donde una oferta online puede disparar cientos de pedidos en cuestión de horas, se requiere una operación logística ágil, coordinada y flexible.
AFE Operador Logístico: excelencia operativa en cada entrega
En este nuevo escenario, AFE Operador Logístico se posiciona como uno de los operadores más preparados para asumir los desafíos de la última milla en Perú. Con una trayectoria de más de 20 años, la empresa ha desarrollado una red de distribución nacional eficiente y escalable, diseñada para responder con rapidez a las exigencias del e-commerce y del comercio tradicional.
Combina su experiencia en transporte y carga con tecnología de seguimiento en tiempo real, protocolos de control de temperatura, y un enfoque centrado en el cliente. Su servicio de courier nacional permite llegar a todos los rincones del país con entregas rápidas, seguras y trazables, incluso en campañas de alta demanda.
Además, la empresa brinda soluciones logísticas integradas, que incluyen almacenamiento, gestión de pedidos, distribución y retorno, convirtiéndose en un aliado estratégico para marcas que necesitan escalar operaciones sin perder control ni eficiencia.
La última milla ya no es el final del camino, sino el inicio de una relación con el cliente. Y en ese recorrido, AFE Operador Logístico demuestra que la experiencia, la tecnología y la capacidad de adaptación son las claves para entregar mucho más que un paquete: entregar confianza.
