Las empresas que trabajan en la cadena frío se enfrentan a las complejidades propias del sector. Estas incluyen aprovechar al máximo el espacio del almacén, realizar una correcta gestión de los productos y su trazabilidad , y minimizar el gasto energético. Por ello, es necesario que usen una buena cámara frigorífica en su almacenaje de productos.
¿Qué es una cámara fría?
Una cámara fría es un tipo de cámara de refrigeración o espacio aislado diseñado para mantener una temperatura o un rango de temperaturas generados artificialmente.
Se utilizan para almacenar artículos perecederos sensibles a la temperatura, como alimentos o productos farmacéuticos. Además, pueden variar desde salas muy pequeñas hasta almacenes de almacenamiento muy grandes.
En general, las cámaras frigoríficas podrán soportar temperaturas entre -2 ° C y 10° C, sin embargo, en cuanto al rango de temperatura específico de una habitación fría, eso dependerá de lo que se almacene en el interior. Por ejemplo, para alimentos como productos frescos, una temperatura ambiente fría ideal oscila entre 2 y 8 grados Celsius.
En cambio, el almacenamiento de equipos farmacéuticos requerirá una temperatura de 5 °C con una tolerancia de ± 3 ° C. De la misma forma, cuando se requieren condiciones más frías, las cámaras de congelación serán la mejor opción, pues son capaces de sintonizar hasta -30 °C.
Ahora, seguro te preguntarás cómo funcionan, pues , en realidad, el diseño de las cámaras frigoríficas no es tan diferente de cualquier otro sistema de refrigeración. Verás, los cuartos fríos usan un compresor, condensador, ventiladores y un evaporador para mantener la temperatura dentro de la unidad.
Después, un gas refrigerante se comprime en el compresor, se expande y absorbe energía. Luego, el gas caliente que fluye del compresor pasa por las bobinas del evaporador, se licua a alta presión, enfría las bobinas del evaporador y el aire circundante. ¡Listo!
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¿Por qué utilizar una cámara fría?
Las cámaras frigoríficas proporcionan un control de temperatura preciso para instalaciones comerciales donde se requiere una refrigeración o congelación potente y constante.
En el caso de alimentos o productos químicos, esto significa una regulación de la temperatura a largo plazo para productos perecederos, menores tasas de deterioro y la tranquilidad de saber que los artículos se conservan en las condiciones óptimas.
Para los productos farmacéuticos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos – FDA indica las mejores prácticas para el almacenamiento de medicamentos y exige que se almacenen “en condiciones adecuadas de temperatura, humedad y luz para que la identidad, concentración, calidad y pureza de los productos farmacéuticos no se vean afectadas”.
En ese sentido, las cámaras frigoríficas representan uno de los requisitos mencionados anteriormente para el almacenamiento en frío de estos productos.
Además, cuentan con otros beneficios que detallamos, a continuación:
Beneficios de una cámara frigorífica
Eficiencia energética
Reduce los costos de energía para el almacenamiento de muestras y otros materiales. ¿Por qué? Pues las unidades de almacenamiento en frío están construidas para evitar fluctuaciones de temperatura, lo que significa que se requiere menos energía para equilibrar y ajustar la temperatura mientras están en uso.
Altos estándares de productos
Garantizan la potencia de las vacunas, medicamentos y otros artículos sensibles con almacenamiento en frío. En consecuencia, esto ayudará a mejorar la reputación y la confiabilidad de tu empresa.
Seguridad y protección
Los medicamentos y el equipo médico son muy sensibles y costosos, por ello, es mejor que garantices su seguridad y almacenes las unidades en cámaras frigoríficas resistentes a la intemperie.
El almacenamiento en frío, también, se utiliza en el transporte de materiales industriales y otros productos sensibles a la temperatura. En este caso, el contenedor tiene una unidad de refrigeración instalada para garantizar un control óptimo de la temperatura.
De esa forma, las cámaras frigoríficas, en general, son valoradas por su precisión y potencia y pueden mantener temperaturas específicas durante largos períodos de tiempo.
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¿Qué se puede almacenar en una cámara fría?
En cuanto a su aplicación, las cámaras frigoríficas se pueden utilizar para almacenar una variedad de artículos en todas las industrias. Los artículos más comunes incluyen productos farmacéuticos, textiles, productos de tabaco, alimentos perecederos, flores, plantas delicadas, obras de arte e incluso libros antiguos.
En ese sentido, ten presente que el control preciso de la temperatura de ciertos medicamentos y dispositivos médicos es especialmente importante para evitar la corrupción del material y garantizar la seguridad de uso.
Por ejemplo, los reactivos de laboratorio, dializadores, soluciones desinfectantes, esterilizantes, productos para el tratamiento de quemaduras y materiales de restauración dental, son todos altamente sensibles a la temperatura y requieren una refrigeración de rutina o constante para ser efectivos.
Asimismo, otro de los usos de las cámaras frigoríficas es procesar o ralentizar las reacciones químicas en entornos de ingeniería.
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