Un operador logístico es una empresa que diseña, gestiona y controla la cadena de suministro de otro negocio. Dependiendo del acuerdo comercial entre estos, puede operar durante el suministro, transporte, almacenamiento y / o distribución. En AFE somos especialistas en ello y, a continuación, te explicamos qué es y cuales son las funciones de un operador logístico. 

Funciones principales del operador logístico

La función principal de un operador logístico es optimizar los procesos de adquisición, almacenamiento, transporte y distribución de productos de manera eficiente para la empresa para la que trabaja. 

Para ello, es fundamental que la empresa que ofrece ese servicio cuente con la infraestructura física y tecnológica y los sistemas de información necesarios para el correcto desarrollo de su trabajo. Sin embargo, hay operadores logísticos que subcontratan parte de estas infraestructuras sin perder la calidad de sus servicios.

Para un mejor análisis de las funciones del operador logístico, consideraremos las diferentes fases en las que estos prestan sus servicios.

1. Procesar los pedidos 

La logística de un courier incluye muchas etapas. la primera fase incluye todas las actividades correspondientes a la preparación, transmisión, entrada y surtido del pedido, así como el informe sobre el estado del mismo.

La labor del operador logístico en la fase de tramitación de pedidos, aunque no suele ser muy habitual, se enmarca en las actividades de recogida de información para la orden de compra así como su verificación y transmisión.

2. Manipulación de materiales

La fase de manipulación de materiales incluye todos los procesos relacionados con los movimientos, lugares, tiempos, cantidades y espacio ocupado por la mercancía.

En ese sentido, cuando el operador logístico interviene en la fase de manipulación de materiales, debe garantizar el transporte de estos (materias primas, piezas y / o productos terminados) de un lugar a otro.

Esta gestión y control son fundamentales para hacer más eficiente el proceso asegurando que ninguna actividad de la empresa se vea afectada por la llegada anticipada o tardía de los materiales.

También es fundamental que todos los materiales se entreguen en el lugar correcto, en condiciones óptimas y en las cantidades exactas especificadas en los pedidos.

Para esto el operador logístico debe utilizar el sistema de transporte que mejor se adapte a las necesidades de la empresa y de la mercancía. Además, debe asegurarse de contar con espacios de almacenamiento adaptados en caso de que la empresa contratante no los tenga.

3. Embalaje

Es necesario tomar decisiones sobre el sistema y formas de protección que se le dará a los productos. El empaque es de gran importancia en el manejo y transporte de cualquier tipo de mercadería para proteger las propiedades de los productos que contiene.

Un buen embalaje suele ser decisivo para no sufrir pérdidas o deterioros en las operaciones de transporte y manipulación. Al planificar el embalaje que mejor se adapta a cada mercancía, el operador logístico debe considerar:

• La naturaleza de la carga: si es perecedera, frágil, peligrosa …
• El valor de la mercancía: cuanto mayor sea el valor de la carga, más elaborado será su embalaje
• Condiciones de manipulación: se debe considerar cómo se cargará, descargará y manipulará, (si se van a utilizar ganchos, plataformas, montacargas, grúas u otra maquinaria)
• Cómo se almacenará en el transporte.
• Si se someterá a inspecciones aduaneras: ya que el embalaje deberá abrirse y cerrarse.
• La temperatura y las condiciones climáticas a las que se verá sometido durante el transporte, origen y destino.
• Los idiomas de origen y destino que se incluirán en el embalaje
• El medio de transporte: terrestre, marítimo, aéreo o una combinación, considerando, por ejemplo, que el transporte aéreo de mercancías requiere un embalaje más que el tiempo total del viaje de la mercancía.

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4. Transporte de productos

Esta es probablemente una de las fases más importantes para el operador logístico y para la que suele ser contratado. En general, para asegurar un transporte adecuado, la empresa de transporte debe considerar tanto los medios de transporte como las rutas a tomar.

En el transporte aéreo, las mercancías pueden transportarse en aviones comerciales o de carga. Por su parte, el transporte marítimo se realiza mediante buques de carga tanto para carga suelta como para contenedores. Por último, el transporte terrestre se suele realizar mediante trenes de mercancías o camiones.

Ahora, dependiendo de la distancia entre el lugar de origen y destino, puede ser necesario utilizar uno o todos los diferentes medios de transporte. Además, son muchas las ocasiones en las que la disponibilidad de los diferentes tipos de transporte en los países de origen y destino marcará qué tipo se puede utilizar.

Todo esto cobra relevancia si se tiene en cuenta que el envío de mercancías se vuelve cada vez más necesario. Las nuevas tendencias de consumo a través de la compra online hacen necesario un transporte más rápido e inmediato. En este sentido, las empresas de transporte se convierten en un socio estratégico para un gran número de negocios y mercados, siendo la clave, en un gran número de casos, de una importante ventaja diferenciadora frente a la competencia.

En cuanto a la elección de rutas, es importante analizar qué rutas son las más recomendables para maximizar el coste del transporte y, así, incrementar lo menos posible el precio final del producto.

5. Almacenamiento

El operador logístico debe asesorar a la empresa sobre qué sistema de almacenamiento se adapta mejor a su negocio y sus características.

Tradicionalmente, las empresas contaban con el espacio necesario para el almacenamiento de mercancías, sin embargo, en la actualidad, hay una serie de agentes e intermediarios en el proceso de comercialización del producto. 

Este hecho ha influido en la creación de nuevas áreas de almacenamiento de productos de diferentes empresas en espera de ser distribuidos en función de compras o pedidos. Se trata de los reconocidos centros logísticos que facilitan la carga, descarga y gestión logística de la mercancía.

6. Fase de control de inventario

Finalmente, entre las funciones del operador logístico, también, se pueden encontrar actividades de control de inventarios. Esta fase cubre la gestión de inventarios, el registro de cantidades y la ubicación de los artículos.

Para llevar a cabo una gestión de inventario eficiente es necesario contar con un software de gestión. Gracias a esto, es posible solucionar problemas de rutina como saber la cantidad de artículos que quedan en el almacén sin tener que realizar una inspección física. 

Para ello, será necesario registrar cada una de las operaciones de inventario con el fin de optimizar el tiempo y la precisión contribuyendo a una mayor productividad.

Ahora, si estás buscando un operador logístico, en AFE te ofrecemos los mejores servicios que integran todos los procesos logísticos. Contamos con personal altamente capacitado y especializado para atender los requerimientos de nuestros clientes en los distintos sectores económicos a nivel nacional e internacional.

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